Tipos de psicoterapia ¿Cuál es el más indicado para mí?

Comenzaremos explicando los enfoques de psicoterapia más populares y que cuentan con diversos estudios que arrojan evidencia empírica acerca de su efectividad. La mayoría de ellas son reconocidas por la American Psychological Association o también conocida por sus siglas en inglés como APA. Máxima institución referente de manera internacional creada en 1929. Los principales tipos de psicoterapia son:

• Psicoanálisis y terapias psicodinámicas.
• Terapias de comportamiento
• Terapias cognitivas
• terapias humanistas
• Terapias integradoras y holísticas.

Psicoanálisis y terapias psicodinámicas.

Este tipo de enfoque está orientado en revisar e identificar cómo las experiencias pasadas de las personas influyen y se relacionan con su proceder actual. Durante el proceso de terapia, los pacientes aprenden sobre sí mismos explorando sus interacciones en la relación terapéutica. Los inicios del psicoanálisis surgirían con su creador Sigmund Freud. El eje rector de este tipo de psicoterapia estaría basado en hacer consciente lo inconsciente, sin embargo, en la actualidad, las técnicas de intervención y algunas de sus principales formulaciones se han ampliado y modificado, haciendo el proceso más dinámico que en sus inicios. El recurso más importante para este proceso es la palabra, la asociación libre, la interpretación del analista y la estrecha colaboración entre el terapeuta y el paciente. La realización de este tipo de psicoterapia se genera mediante sesiones semanales que pueden durar unos meses o inclusive años, siendo una característica intrínseca de este tipo de psicoterapia, la profundidad, considerando la importancia de tomarse el tiempo de desentrañar aspectos simbólicos que aún están escondidos en el inconsciente del paciente y que, por tanto, son síntomas, que representan la problemática. Este proceso profundo y de larga duración hace como resultado más clarificador para el usuario la raíz del conflicto, siendo el efecto de ello la reversión o disminución sintomatológica.

Si el reflexionar de manera profunda de manera libre e íntegra para llegar al fondo de la situación y ser escuchado sin demasiadas interrupciones, salvo para identificar los puntos de conflicto y con ello encontrar tus propias respuestas, esta es una buena opción para ti. Este tipo de psicoterapia es ampliamente efectiva para tratar traumas de la niñez, situaciones de codependencia, autodescubrimiento y temas que requieran de un amplio análisis.

Terapias conductuales o comportamentales

Este tipo de psicoterapias están orientadas hacia el desarrollo de comportamientos. Para ello se basa en el supuesto de que cada una de las conductas pueden ser aprendidas, ya sean normales o anormales, y según la conveniencia de la intervención pueden reforzarse, disminuirse o inclusive extinguirse. Para ello, este tipo de intervenciones psicológicas trabajan por medio de recompensas y castigos para dar forma al comportamiento de las personas. Se han desarrollado distintas variantes desde su nacimiento y con frecuencia se encuentran muchas de sus herramientas en conjunción con la psicoterapia cognitiva conductual, psicoterapia que incluye en su tratamiento el trabajo con los pensamientos, cómo influyen en los comportamientos. La psicoterapia conductual se desarrolló primordialmente en la década de 1950, sin embargo, algunas de sus aportaciones, hoy en día, funcionan bastante bien en el trabajo con niños, adolescentes y algunos adultos.

La psicoterapia enfocada en la conducta tiene excelentes resultados al trabajar en manejo de contingencias en las conductas no deseadas de niños y adolescentes y en la creación de nuevos hábitos o interrupción de otros para algunos adultos. Sin embargo, casi siempre es más efectiva combinada con la terapia conductual.

Terapias cognitivas

Por otra parte, existen las psicoterapias cognitivas. Estos tipos de psicoterapia están centrados en reconocer y reformular lo que las personas piensan en lugar de lo que hacen. Teniendo como objetivo ayudar a los pacientes a aprender a cambiar sus propios comportamientos, pensamientos y mecanismos de afrontamiento problemáticos. Para las teorías cognitivas, tener pensamientos disfuncionales son los responsables de conducir a emociones o comportamientos que llevan al sufrimiento. Por tanto, la tesis primordial de este tipo de psicoterapia es que, al modificar los pensamientos, las personas pueden cambiar cómo se sienten y qué hacen. Algunas de las principales terapias basadas en este enfoque incluyen la TC (Psicoterapia Cognitiva) y la DBT (Teoría Dialéctica Conductual). Esta última está diseñada para reestructurar la mente del paciente de tal manera que cuando se encuentre frente a situaciones estresantes o de angustia psicológica pueda hacerle frente de una manera más efectiva.

Estos tipos de psicoterapias son dinámicas, directivas y a menudo breves en cuanto al tiempo. Se centran en objetivos y su trabajo requiere un amplio compromiso por parte del paciente, quien será el principal responsable de ejecutar y poner en práctica las herramientas aprendidas, existiendo muchas actividades para casa. Este tipo de psicoterapia es muy recomendada cuando ya se tienen metas específicas o síntomas identificados, tales como: depresión, fobias, miedo a socializar, ansiedad, entre otros. Es por ello por lo que, si ya has identificado una situación específica en que desees trabajar, este tipo de enfoque psicológico es una excelente opción para ti. Entre los tipos más famosos de este enfoque son: La terapia cognitiva (Creada por Aarón Beck) la psicoterapia Racional Emotiva (Fundada por Albert Ellis), usualmente en conjunción con teorías conductuales. Más adelante nacerían las psicoterapias contextuales, sin embargo, aún no cuentan con una clasificación estandarizada.

Terapias humanistas

La psicología humanista surge en los Estados Unidos de Norteamérica al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Esta orientación psicológica mantiene la idea del yo y la personalidad como una posibilidad libre de transformación. Los principales exponentes de este movimiento existencial humanista sostienen que las personas podemos decidir nuestros destinos, si las condiciones no son demasiado limitadas. Para este enfoque psicológico, los seres humanos somos capaces de autoexaminarnos y producir cambios por nosotros mismos. Es por ello por lo que durante el proceso terapéutico, el cliente llamado paciente en otras corrientes- puede analizar, interpretar y reevaluar racionalmente su propio comportamiento con un acompañamiento facilitador, empático y cualificado. Los tres tipos principales de psicoterapia humanista son: Las psicoterapias centradas en el cliente, La gestalt y las psicoterapias existenciales, entre ellas la logoterapia.

Dada su naturaleza, este tipo de psicoterapias pueden ser útiles para una crisis existencial, duelos, o momentos de transición o adaptación. De igual forma, esta terapia humanista puede ser un buen apoyo si te sientes confundido sobre alguna decisión difícil, si ocupas trabajar en ahondar acerca de ti mismo y el desarrollo de tu personalidad, así como para la reorientación vital, entre otros.

Terapias sistémicas o relacionales

La instauración del modelo interaccionar como dispositivo psicoterapéutico tiene lugar en la década de los 60’s. Nació de manera específica para la terapia familiar. Este desarrollo tiene una extensa base científica, en especial a través de la línea de trabajo impulsada por el Mental Research Institute Instituto de Investigación Mental en Palo Alto. Las psicoterapias sistémicas centran sus objetivos terapéuticos específicamente en la modificación de los patrones de interacción entre las personas, no considerando los trastornos mentales como conflictos unitarios sino como patologías de una relación. El modelo de tratamiento está especialmente dirigido a parejas y familias y se orienta principalmente a establecer diferentes tipos de cambios en las reglas que rigen el funcionamiento del grupo, con el objetivo de generar cambios en sus integrantes. De la misma forma puede ser utilizado de manera individual, siendo especialmente efectivo para revisar las interacciones de la persona, su impacto, consecuencias y la generación de nuevas alternativas para promover resultados diferentes.

Terapias integradoras y holísticas.

La terapia holística en la praxis está conformada por más de un tipo de psicoterapia. Su base es el abordaje que observa los conflictos emocionales y desórdenes psicológicos partiendo de la unión y conflictos existentes entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Los psicoterapeutas que practican este tipo de psicoterapia adoptan un enfoque integral al unir diferentes elementos de otros enfoques para que puedan personalizar los tratamientos según las necesidades del cliente. Para este tipo de tratamiento integrador, una de sus premisas es que el cuerpo se ve afectado por los pensamientos y emociones que experimentamos, y viceversa. Es por ello que este tipo de psicoterapia favorece a las personas que comparten la filosofía del ser humano como un ser integral y que no solo está conformado por cuerpo y mente, sino que mantiene una dimensión espiritual. Un ejemplo de este tipo de psicoterapias son: psicoterapia integral, psicooncología y psicotanatología.

Una mirada integradora de lo que los tipos de psicoterapia hacen por ti:

Bajo la filosofía de cada corriente terapéutica, entenderás cómo y por qué es necesario que te mantengas activo, en evolución y tendrás el amplio, exhortó a cuidar de tu salud emocional y psíquica ante todo. Por lo que conociendo, tus conflictos internos que en algún momento reprimiste, por dolorosos y que hoy se simbolizan en imágenes, palabras, sueños o recuerdos que impactan tu presente (Teorías psicodinámicas), la forma en que te has explicado el mundo y cómo así tu visión y perspectiva se sesgó ante tus circunstancias y te envolviste en una emoción, que no trabajada, se arrastró a aspectos no tan funcionales (Teorías cognitivas) Sin embargo, también el descubrimiento de tus impulsos interiores y responsabilidad hacia ti mismo te llevaron a ser una persona funcional y responsable (Psicoterapias humanistas), impulsando tu desarrollo interior, fortaleciendo la percepción de ti mismo y así mismo mejorando tu autoestima y así comprometiéndote responsablemente con tu comunidad (Psicoterapia Sistémica) y con un mundo más grande que el tuyo (Psicoterapias integrativas u holísticas).

Conclusión:

Como puedes ver, casi todas las corrientes psicoterapéuticas pueden ser de apoyo para mejorar el estado de tu salud mental; sin embargo, en muchas ocasiones dependerá de diversos factores, tales como la personalidad que tengas, el compromiso e inclusive el tiempo y dedicación que estés dispuesto a invertir en tu proceso. Ya que podemos reflexionar que ninguno de los enfoques está necesariamente más cualificado en un 100% versus otro, para apoyarte, pero quizá sí tengan mayor pertinencia de acuerdo con el momento vital en el que te encuentres. Lo más importante es que si ya diste el paso de acudir a psicoterapia, no te rindas y pruebes el tipo de psicoterapia y de psicoterapeuta que se ajuste más a ti y con el que te sientas seguro de trabajar lo que necesitas. Por lo cual es importante revisar, como hemos explicado, el tipo de psicoterapia, la experiencia y grados de tu psicoterapeuta e incluso su personalidad o lo que sientes al estar en su compañía durante una sesión. Te felicitamos por la decisión de comenzar con tu proceso, te deseamos mucho éxito en la búsqueda y nos ponemos a tus órdenes en este enlace para poder orientarte sobre qué tipo de psicoterapia te será más útil si así lo deseas.

Referencias:

• Jurgün, K. (1985) Corrientes Fundamentales En Psicoterapia Amorrortu, Buenos Aires.
• Calvin, H. (2009). Compendio de Psicología Freudiana: Paidós Psicología Profunda. México: Buenos Aires Barcelona.
• Cloninger, S. (2003). Teorías de la personalidad. México: Pertice hall.
• Compás, B. & Gotlib, I. (2002). Introducción a la psicología clínica: ciencia y práctica. México: McGraw-Hill interamericana.
• Caro Gabalda, I. (2007). Manual teórico-práctico de terapias cognitivas. España: Editorial Desclée de Brouwer,
• Feixas, G y Miró, M.T. (1993). Aproximaciones a la psicoterapia. Barcelona: Paidós.