¿Como saber si requiero Psicólogo o Psiquiatra?

Es común para las personas encontrar los términos «psiquiatra» y «psicólogo» de manera indistinta, siendo un error fácil de cometer si no se está familiarizado con el campo de la salud mental. Sin embargo, aquí te explicamos cuáles son las características de cada una de estas especialidades.

Para comenzar empezaremos estableciendo que ambos expertos se ocupan de los problemas mentales y utilizan su conocimiento y experiencia para ayudar a las personas a superar ciertos trastornos y, por supuesto, a sentirse mejor. Cuando lo miras de esta manera, está perfectamente claro por qué muchas personas tienen dificultades para entender la diferencia. Sin embargo, hay bastantes contrastes entre estos especialistas en lo que respecta a su educación, capacitación y alcance de la práctica. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre un psicólogo y un psiquiatra? Sigue leyendo para explorar las semejanzas y divergencias entre las dos disciplinas y determinar qué especialista puede ser el adecuado para atender tu consulta.

Psicólogos

Lo primero que debes saber sobre los psicólogos es que no es necesario que obtengan un título de medicina. En cambio, obtienen certificados posteriores a la Licenciatura en Psicología que les permiten brindar psicoterapia. Estos pueden ser posgrados, especialidades e incluso diplomados enfocados al ejercicio de la psicoterapia clínica.

Los psicólogos en su intervención se enfocan principalmente en los pensamientos y emociones de las personas, en un esfuerzo por brindar un tratamiento que toma en consideración aspectos psicosociales que puedan ayudar a los pacientes a comprender su propia mente y, por lo tanto, mejorar su calidad de vida al modificar o reestructurar algunos de los patrones de pensamiento que podrían estar dificultándoles el desarrollarse en sus distintas áreas de interés.

“No se puede elegir sabiamente una vida, a menos que se atreva uno a escucharse a sí mismo, a su propio yo, en cada momento de la vida”.

Abraham Maslow

En síntesis, estos expertos ofrecen intervenciones en el funcionamiento del pensamiento de las personas y en las conductas, de tal manera que estas modificaciones o el uso de herramientas psicológicas que se ensayan durante la psicoterapia coadyuven a la resolución o una disminución significativa del malestar de los consultantes. Sin embargo, aun cuando los psicólogos no desconocen la importancia de los aspectos orgánicos implicados en la vida de una persona y su relación con el funcionamiento biológico, al no ser médicos, sino licenciados en psicología, no se les permite recetar medicamentos y es por ello, que, en determinados casos, pueden referir o recomendar a un paciente acudir con un médico psiquiatra.

Psiquiatras

Por otra parte, los psiquiatras comienzan recibiendo educación clínica en medicina general, como lo haría cualquier otro médico. Esto significa que obtienen un conocimiento específico y amplio sobre todos los procesos en el cuerpo humano, antes de decidir especializarse en el campo de la psiquiatría y así enfocarse en los procesos concretos en la mente humana. Para convertirse en psiquiatra, los candidatos estudian farmacología, anatomía, biología, neurología y patología, y adquieren los conocimientos necesarios para recetar medicamentos. Los graduados de esta profesión completan una residencia, que suele durar unos 4 años, antes de obtener la licencia. El proceso dura unos 8-10 años en total.
Implicaciones en la práctica

Tanto los psicólogos como los psiquiatras pueden proporcionar psicoterapia, siempre y cuando hayan recibido la debida instrucción. Sin embargo, la mayoría de los psiquiatras tratan a los pacientes principalmente mediante la prescripción de medicamentos, mientras que los psicólogos se basan principalmente en proporcionar terapia de conversación, cognitiva y/o conductual.

Como regla general, ver a un psicólogo clínico es un buen punto de partida. La terapia de conversación puede ayudarte a procesar la situación o sentimiento que te causa estrés y brindarte herramientas para lidiar con ello, sin que necesariamente se requiera el uso de medicamentos. Sin embargo, si el terapeuta determina que la terapia por sí sola no está mejorando los síntomas, valorará tu estado específico y luego te derivará a un psiquiatra si lo considera necesario. Este último, el médico psiquiatra, entonces, te prescribirá los medicamentos necesarios y seguirá monitoreando tu estado particular.

Si has asistido previamente a psicoterapia y no encuentras mejoría después de algún tiempo o si tienes síntomas que estén afectando a tu salud mental de manera grave, tal como ataques de pánico, alucinaciones o percepciones que otras personas no observan, considera consultar a un psiquiatra. Si bien las personas con estas afecciones pueden beneficiarse de la psicoterapia, la medicación también es un tratamiento útil para muchos consultantes.

¿La psiquiatría y Psicología pueden combinarse?

La respuesta es sí. Cuando se introdujeron por primera vez los medicamentos para tratar enfermedades psiquiátricas, algunos científicos creyeron posible la creación de una nueva psicofarmacología que podría revolucionar los métodos de tratamiento de aquel entonces, lo que llevó a crear la expectativa de un conveniente tratamiento con fármacos como producto exclusivo para recuperar la salud mental. Siendo la consideración preponderante las ventajas económicas en el uso de los fármacos versus un proceso largo de psicoterapia. Sin embargo, años más tarde, se encontraría en diversos estudios, evidencias que demostraban que, por sí sola, la farmacología no curaba al paciente, aunque si podía disminuir de manera breve sus síntomas, pero manteniendo un índice alto en una recaída sintomática.

Hallazgos más recientes, descubrieron que en algunos padecimientos el tratamiento combinado, es decir, fármacos, más psicoterapia, conlleva mejores resultados pronósticos a largo plazo en enfermedades mentales graves o resistentes al tratamiento. Sin confundirte con ello, esto no quiere inferir que todas las veces será necesario que el tratamiento de primera elección sea conjunto, puesto que muchas de las veces, como en el caso de otras afecciones en la salud, el paciente puede ser tratado por medio de métodos que requieran un menor nivel de interferencia en el organismo, bastando con un tratamiento que mejore sus procesos de pensamiento, comunicación y habilidades para la vida. Tal como los que se muestran durante los métodos psicoterapéuticos estándar.

Es importante reflexionar, aunque para otro momento, que existen posturas entre los diversos tipos de psicoterapia acerca del uso de los psicofármacos, siendo su empleo para algunas corrientes poco recomendable por ser medicamentos que inhiben de alguna manera el síntoma y causando la impresión de una falsa mejoría en el paciente. Aunque cabe recordar que esta, tan solo es una postura y que no significa una sentencia de verdad absoluta. Lo que si cabe destacar es la pertinencia innegable de la realización de un adecuado planteamiento de caso, evaluación y diagnóstico a tratar, para que, con esta mirada especializada, el profesional diseñe el tratamiento indicado y exacto al paciente según sus condiciones y en pro de su bienestar, sobre cualquier postura teórica circundante.

“Estoy convencido de que una etapa importante del pensamiento humano se habrá alcanzado cuando lo fisiológico y lo psicológico, lo objetivo y lo subjetivo, estén realmente unidos”.

Iván Pávlov

Para comenzar a decidir

Si no tienes un acercamiento a un proceso psicoterapéutico, pero has tenido síntomas de malestar emocional tales como: ansiedad, tristeza, llanto fácil, ira, exceso de miedo o simplemente, sientes que las cosas podrían mejorar en la manera en como te sientes, te recomendamos acudir con un psicoterapeuta de inicio para que este, puede realizar junto contigo una intervención de primer nivel que contemple cada uno de los detalles necesarios para atender la situación y ayudarte a mejorar tu estado de salud mental y emocional. No lo dudes, busca apoyo.

“La buena vida es una vida inspirada por el amor y guiada por el conocimiento”.

Bertrand Russell

Referencias:

• Alarcón, R., y Vidal, G. U. I. L. L. E. R. M. O. (1986). Psiquiatría. Editorial Médica PANAMERICANA SA Argentina.
• Bustos, J. I. (2012). La integración entre la psiquiatría y la psicología. Alcmeon, 18, 60-66.
• Labrador, F. J., Vallejo, M. Á., Matellanes, M., Echeburúa, E., Bados, A., y Fernández-Montalvo, J. (2003). La eficacia de los tratamientos psicológicos. Infocop, n.º 84, 2003.
• Lezcano, F. C. (2000). Psicología vs psiquiatría: ¿lugar de encuentro o divergencia?. Norte de Salud mental, 3(9), 11-18.

ESCRITO POR:
Mtra. Abigaíl Tapia

• Maestra en Psicoterapia Integral por: Instituto de Psicoterapia Integral y Ciencias de la Salud
• Certificación con Especialidad en Psicoterapias Humanistas por Instituto de Estudios Superiores Certeza
• Licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma Metropolitana
• Diplomada en Técnicas de Psicoterapia Cognitivo Conductual por la Asociación Mexicana de Alternativas en Psicología.

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